Primeros Auxilios

¿Qué tenemos que hacer en el caso de que alguno de nuestros hijos o sus amigos presenten una intoxicación con alcohol? Si no se trata de un hijo nuestro, sin dudas, lo primero a realizar es llamar urgente a sus padres. Por eso siempre es bueno tener registrados los teléfonos de las casas de los amigos de nuestros hijos. Si no tenemos el teléfono y nadie que lo recuerde y tampoco es posible que el intoxicado/la intoxicada lo manifieste, deberemos llevar al menor a un centro asistencial.

La impregnación del organismo con alcohol etílico da lugar a una serie de alteraciones funcionales que se van acentuando cuanto mayor sea la concentración sanguínea del tóxico. El etanol, presente en las bebidas alcohólicas, aún en pequeñas dosis, es un depresor del sistema nervioso central; a medida que aumenta la concentración en sangre se van afectando progresivamente los núcleos subcorticales, cerebelo, médula espinal y finalmente el bulbo raquídeo; a cuyo nivel deprime los centros respiratorios y vasomotor, llevando a la persona al coma y, en los peores casos, a la muerte.

Se pueden distinguir cuatro períodos en base a la cantidad de alcohol en sangre:
- Primer período (subclínico), con una alcoholemia mayor de 100 y menor de 500 mg/l. Si bien esta concentración no sería suficiente para provocar manifestaciones detectables, puede provocar un "enlentecimiento" en el tiempo de respuesta de los reflejos, impidiendo la realización de maniobras complejas.
- Segundo período (ebriedad ligera o intoxicación leve): alcoholemia de 500 mg/l. En este período se produce una progresiva disminución de las inhibiciones, pérdida de la autocrítica, euforia, verborragia, labilidad en el humor, ligera incoordinación neuromuscular, dificultad en la marcha o en la articulación de la palabra, vasodilatación periférica (ojos inyectados en sangre, cara colorada), puede haber mareos y obnubilación.
- Tercer período (ebriedad completa o intoxicación moderada): alcoholemia mayor a 500 mg/l y menor a 3.000 mg/l. La intoxicación se hace evidente. Marcada incordinación neuromuscular, lenguaje confuso, trastornos visuales, taquicardia, somnoliencia.
- Cuarto período (intoxicación severa o grave): alcoholemia superior a los 3.000 mg/l. A medida que la concentración se acerca a los 4.000 mg/l se produce un estado estuporoso premonitorio del coma, al que se llega en general con una alcoholemia que oscila entre los 4.000 y 5.000 mg/l. La persona no responde a ningún tipo de estímulo externo, todos sus reflejos están abolidos. La respiración es bradipneica, superficial y estertorosa, hay déficit de aporte de oxígeno en sangre, no responde a la luz y se relajan los esfínteres. Hay taquicardia e hipotensión arterial, la piel está sudorosa y fría, desciende la temperatura corporal. Es frecuente el edema cerebral que se exterioriza con vómitos que pueden producir neumonía por aspiración.

¿Qué hacer?

En el caso de intoxicaciones leves o moderadas se debe colocar a la persona acostada, abrigada y controlada esperando a que despierte. En caso de excitación debe llamarse al médico o llevarlo a un centro asistencial para, si fuera necesario, ser medicado.

En caso de intoxicaciones graves o sospecha de coma alcohólico, debe actuarse con rapidez; lo primero es evitar que continúe tomando alcohol y luego, llevarlo a un centro asistencial de inmediato. Si está lúcido/a se provocará el vómito por medios mecánicos (estimulación de la garganta) o bien se realizará un lavado gástrico y se administrará un purgante. Si ya está en coma etílico, los médicos garantizarán la estabilidad de las funciones cardiovasculares y respiratoria, le tomarán muestras de sangre para conocer el grado de alcoholemia y para saber si hay otras alteraciones metabólicas. En el caso que el paciente esté inconsciente emplearán una sonda endotraqueal balonada antes de cualquier maniobra de evacuación del estómago; si hiciera falta, se le brindará respiración asistida.

ES MUY IMPORTANTE ACTUAR CON RAPIDEZ Y RECURRIR A UN CENTRO SANITARIO. Si el coma se acompaña de hipoglucemia, debe corregirse la misma, ya que de mantenerse se expone a la persona a graves secuelas neurológicas y a la muerte. En el coma con alcoholemia de 6.000 mg/l se debe proceder de inmediato a la hemodiáklisis. El shock y el edema cerebral presentes deben ser tratados en forma inmediata. También puede ser necesario la administración de antibióticos.

Como siempre, mejor es prevenir que curar. Cuando una persona está alcoholizada, en especial un adolescente, no podemos determinar qué grado de alcoholemia presenta en sangre. Aunque suene repetitivo, ante la duda es mejor consultar a un médico.

Fuente: Manual de Emergencias Toxicológicas en Adicciones (si querés consultar la versión completa, que incluye otros cuadros, podés hacerlo en: http://www.sada.gba.gov.ar/toxicologioco_manual.pdf)